Esta receta es una variación de un plato que hacían en El Yanten veggie bar, estaba tan rico que preguntamos a Gabriel, el cocinero y dueño cómo lo había hecho. En una de las mil charlas que tenemos sobre cocina mi pareja y yo, se nos ocurrió que podríamos hacer algunos cambios y el resultado fue exquisito, es uno de mis platos favoritos.
Hay quienes no entienden porqué buscamos el sabor de alimentos que hemos decidido no comer, ya aprovecho y lo suelto, porque es una pregunta muy recurrente. En mi caso, no he dejado de comer pescado porque no me gustase, la mayoría del pescado me encantaba, lo he hecho porque estoy en contra de la explotación y del sufrimiento animal. Así que si puedo encontrar una recetilla que me evoque ese sabor tan rico, sin matar a nadie, pues me encanta.
Volviendo a la receta en cuestión, tampoco es un plato del que se pueda abusar ya que tiene bastante cantidad de algas, y aunque las nori sean de las que menos contenido en Iodo tienen, para evitar que el tiroides pueda sufrir alteraciones si comemos algas de forma continuada, nos lo reservamos para sorprender a visitas o para días especiales.
Lo primero que hay que hacer es cortar el tofu en planchas de entre 0.5 y 1cm de anchas, a mí 1cm me parece demasiado.
Con papel de cocina lo secamos, para eliminar el líquido que tiene
En un recipiente amplio, mezclamos todos los ingredientes rallados y los líquidos e introducimos el tofu en el mismo
Lo dejamos macerar durante al menos 1 día, si se deja dos días coge más el sabor.
Pasado el tiempo que decidamos, se cogen las planchas de tofu y se colocan encima de la placa de alga nori
Se hace un paquetito cerrado
Se fríe en una sartén con un par de cucharadas de aceite
Se puede servir con una ensalada y/o un poquito de arroz con verduras. Es una cosa maravillosa!
Si tienes otras recetas parecidas y te apetece compartirlas, será todo un placer!