Aunque no la hice yo si no que me la hicieron con todo el cariño del mundo, le he pedido a Olmo que me cuente el paso a paso para que no os perdáis ni un detalle, :-).
Es un plato perfecto para amantes de la pizza que no pueden o no quieren tomar gluten.
Cómo proceder
- Se hierven las patatas hasta que queden blanditas, el romanescu se hace al vapor, la consistencia de este no hace falta que sea muy blanda, con siete minutos es suficiente.
- Se aplasta todo con el tenedor, se añade sal y pimienta al gusto y una cucharada de aceite de oliva virgen extra.
- Se extiende sobre una bandeja de horno y se le da la forma que se quiera, en este caso es redonda pero se puede hacer cuadrada o rectangular.
- Se mete al horno previamente precalentado a 200ºC durante media hora.
- Mientras se hace la masa en el horno, cortamos en cuadraditos muy pequeños el ajo y la cebolla y lo sofreímos en la sartén con un poquito de aceite.
- Cuando esté blandito añadimos medio bote de tomate y una pizca de sal, que se fría el tomate. Al menos 10 o 15 minutos.
- Cuando está frito el tomate lo retiramos del fuego y lo batimos en la batidora para que no se note la cebolla y el ajo. Este paso es opcional, habrá a quién le encante que se note.
- Una vez transcurridos los 30 minutos, veremos que la masa en el horno se ha quedado dorada, ya está lista para añadir la salsa de tomate y el resto de ingredientes.
- Se cortan rodajas de tempeh, unas aceitunas verdes y un poquito de quefu y se coloca todo por encima.
- Se mete en el horno para que se hagan mínimamente las aceitunas y el tempeh y ya está lista para chuparse los dedos.
Estaba tan tica que no pude para de comer.
Los ingredientes se pueden variar al gusto de cada cual, setas, calabacín, pimiento, incluso un poco de rúcula por encima. Imaginación al poder!
También se puede añadir levadura de cerveza o un queso más del tipo mozzarella.